El nacimiento de Aguacarhall

Aguacarhall nació en febrero del 2024, en la Ciudad de México, como un proyecto con raíces muy claras: llevar el aguacate fresco y de calidad directamente a quienes lo valoran y lo necesitan en su día a día. La idea surgió al observar un problema común entre fruterías, taquerías, restaurantes y negocios locales: encontrar un proveedor confiable que ofreciera precios justos, entregas puntuales y un producto que realmente cumpliera con los estándares de frescura.

El nombre Aguacarhall representa la unión entre el aguacate mexicano y la idea de cercanía con los clientes, uniendo tradición con un servicio moderno y accesible. Desde sus inicios, la misión fue clara: acortar la distancia entre el campo y la ciudad, asegurando que cada negocio pudiera tener en sus manos el aguacate en el mejor punto de maduración, sin preocuparse por intermediarios poco confiables o precios inflados.

El proyecto comenzó con pocos clientes, pero con una gran convicción: el aguacate no solo es un fruto, es parte de nuestra cultura e identidad. En México, está presente en la mesa familiar, en las taquizas, en las tortas y hasta en la pizza. Esa versatilidad y arraigo cultural motivaron a que Aguacarhall no solo fuera un negocio, sino también una forma de dar valor al trabajo de los productores mexicanos y de reforzar la confianza de los clientes que buscan calidad.

A lo largo de este camino, Aguacarhall se ha consolidado como más que un proveedor: se ha convertido en un aliado de negocios locales, un socio que entiende la importancia de la frescura y la puntualidad para que cada platillo servido conserve el auténtico sabor del aguacate.

Hoy, lo que nació en febrero de 2024 como una iniciativa pequeña, sigue creciendo con una meta clara: que cada kilo de aguacate que entregamos no solo alimente, sino que también transmita la dedicación y el esfuerzo que hay detrás de nuestro campo mexicano.